IX.- LA REVOLUCIÓN PROLETARIA ES UNA NECESIDAD HISTÓRICA

Ya hemos señalado el carácter mundial de la economía capitalista; los países capitalistas desarrollados y los atrasados conforman una unidad económica en la que los primeros (imperialismo) someten a los segundos a sus intereses e impiden su pleno desarrollo.

Hemos señalado también que el grado de desarrollo de las fuerzas productivas a nivel mundial ha madurado para que se plantee la necesidad de la transformación de la sociedad. La propiedad privada sobre los medios de producción propia del capitalismo, es el obstáculo para que las fuerzas productivas se puedan desarrollar libremente en provecho de la vida de todos los miembros de la sociedad y no de un puñado de explotadores. La automatización de la producción hace posible producir mucho con poco trabajo humano. El valor de las mercancías disminuye y es posible atender las necesidades del conjunto de la sociedad a muy bajo costo. Pero para ello es necesario eliminar el interés privado burgués por la ganancia sustituyéndolo por el interés colectivo de toda la sociedad. Esto sólo es posible eliminando la propiedad privada sobre los medios de producción, reemplazándola por la propiedad social sobre los mismos.

En eso consiste la revolución que se necesita. Revolución quiere decir establecer nuevas relaciones de producción que liberen a las fuerzas productivas de la camisa de fuerza de la propiedad privada, para dar nacimiento a la nueva sociedad diferente a la capitalista (cambio cualitativo) en la que los medios de producción serán de todos y de nadie en particular (propiedad social). Esa nueva sociedad será el socialismo.

La historia exige la muerte del capitalismo y el nacimiento de la nueva sociedad socialista. Pero esta necesidad no es automática, las leyes del desarrollo de la sociedad se cumplen a través de la acción de los hombres. La revolución social tiene que ser hecha por los hombres a través de la lucha de clases.

El proletariado es la clase revolucionaria porque es la única clase social que no es propietaria de medios de producción ni pequeños ni grandes. Cosa que no ocurre con las clases medias que son pequeño-propietarias o disponen de medios de vida propios.

La burguesía defiende su gran propiedad, que es el origen de su poder económico y de su condición de clase dominante explotadora, el imperialismo se apoya en la burguesía de los países atrasados para controlar la explotación de recursos naturales y proteger los intereses de las transnacionales asentadas en éstos países. Por tanto se oponen a la necesidad del cambio revolucionario. La burguesía es la clase conservadora, reaccionaria.

La única forma en que los oprimidos y explotados se liberen de la opresión y explotación capitalista es echando del PODER a la clase dominante, a la burguesía y expulsando al imperialismo.

La clase obrera es la llamada a dirigir la revolución para destruir la gran propiedad privada, vale decir acabar con el capitalismo.

La revolución social dirigida por el proletariado no puede darse pacífica o legalmente. Los intereses económicos de la clase dominante están por encima de cualquier ficción jurídica o “democrática” burguesa, el poder económico de la clase dominante está garantizado por el Estado mediante sus mecanismos legales y policiaco-militares, es decir por el aparato represivo en caso de necesidad. De hecho, las leyes están hechas para defender la propiedad privada burguesa por encima de cualquier otra consideración. La burguesía no abandonará el poder por las buenas. Hay que derrocarla por la vía insurreccional.

 

X.- LA CONCIENCIA DE CLASE

La clase revolucionaria, para cumplir su papel de partera de la nueva sociedad, debe ser consciente de su misión histórica. La tarea histórica del proletariado consiste en la conquista del poder, encabezando a toda la nación oprimida (las demás clases pequeño propietarias o comunitarias oprimidas), para implantar una nueva sociedad asentada en la propiedad social de los medios de producción.

La clase consciente se organiza políticamente alrededor de su propio programa, contrapuesto al programa burgués. Se independiza políticamente de la ideología y política burguesas.

Los obreros conscientes (revolucionarios) que actúan como vanguardia de la clase están organizados en su propio partido político revolucionario.

Lenin y Trotsky fundaron este partido mundial: la III Internacional que fue destruida por el estalinismo que revisó los principios comunistas y finalmente llevó a la revolución rusa al fracaso.

Trotsky, ante la degeneración burocrática de los partidos comunistas controlados por el estalinismo, fundó la IV Internacional como el partido del proletariado mundial.